Más rayas para la cebra

Procesaron a Ca*****ros por presunto cohecho

La Justicia procesó ayer a los integrantes del grupo Ca*****ros como presuntos “partícipes secundarios” de “cohecho activo”, en la causa en la que se investiga la tragedia ocurrida en el boliche República Cromagnon.

De este modo, los músicos de Villa Celina quedaron más comprometidos en la investigación sobre las supuestas coimas recibidas por personal de la comisaría de Once, para hacer la “vista gorda” ante las irregularidades en el boliche y así garantizar su funcionamiento.

El juez se basó en unos resúmenes de gastos hechos por el manager de Ca*****ros, Diego Argañaraz, donde haría referencia sobre un pago a “la cana”. De ser encontrados culpables, podrían recibir un máximo de tres años de prisión.

(…) Concretamente, el juez sospecha que la banda estaba al tanto de las coimas que se le habrían pagado a la policía para posibilitar el funcionamiento irregular de Cromagnon, delito que se le imputa principalmente a Chabán.

[fuente]

Mini-catarsis

InfoBosta, ¿por qué no ponés los acentos adentro de las notas y no en los links, la concha bien de tu puta madre?

Ah, ya me siento mejor (?)

P***i Music 2007 D2, o el rock como hipérbole desplazada

Huelga decir que los shows y/o festivales de rock ya no son lo que eran pero, más allá de la obviedad, ayer tuve un nuevo choque frontal (?) con la realidad de los tiempos que corren que me dejó pensando y con renovados bríos para postear al respecto.

El día 2 del festival de la gaseosa pintó tranqui, con no muchas entradas vendidas y sí bastantes de garrón, incluida la de yours truly (lo último consecuencia de lo primero, seguramente). Eso es garantía casi absoluta de un público variado, poco rockero o directamente del tipo pasaba-por-acá-y-vengo-a-ver-qué-onda. Lo cual no tiene nada de malo necesariamente, aunque…

Continuar leyendo P***i Music 2007 D2, o el rock como hipérbole desplazada…

Cabezas de parlante

Todo bien con las nuevas tecnologías pero… ¿qué onda con los infelices que escuchan música a todo lo que da con el parlante del celular en los medios de transporte público?

Uno vuelve de laburar achicharrado por la realidad (?) y, sin comerla ni beberla, se encuentra escuchando de rebote FM 90.3 Calchaquí Bailable (?) con los grandes éxitos tropicales de ayer, de hoy y de siempre. Vale agregar que el muy hijo de puta del perpetrador, ni más ni menos que un visera al infinito de pura cepa, se durmió a las tres cuadras, con lo que el deleite musical fue exclusiva propiedad del resto del pasaje.

A éste seguro me lo mandó uno que se indignó por mi incipiente militancia a favor del rescate estilístico de la cumbia (?)

El juego de las diferencias

Está todo ese costado de la Argentina que cree que el rock es tan cool, tan reaccionario… El que toca cumbia es odiado por el rockero. Lo que tendría que ser un tipo libertario se convirtió en alguien súper acotado. Eso es una antigüedad. Hacés 20 kilómetros hacia el conurbano, te vas a una bailanta y es otro mundo. Mucha gente se quedaría impresionada con lo rockera que puede ser una bailanta. Si bien Capital es súper chic y europea, sólo un porcentaje que es de clase media se cree eso. (…) Ser gordo también forma parte de lo que me interesa decir. No me voy a poner flaco sólo porque sea el cantante. El rock es bastante careta, ahí tenemos a varios haciéndose el pelo, marcándose los rulos.

Vicentico en Hecho en Buenos Aires nº 86, septiembre 2007

Leer estas declaraciones me hizo volver sobre el tema del ethos cada vez más reaccionario del rock, y también reflexionar acerca del último disco de Calamaro, cuyo logro más notable son las cumbias cachorrizadas con que el Salmón insiste en deleitarnos. Hace rato que Calamaro viene dando pistas sobre su cruzada por el rescate estilístico de la cumbia, género ultrabastardeado que sin embargo es por lejos el más popular actualmente en Argentina y expande cada vez más sus límites forzando crossovers antes impensados.

¿Por qué es mejor un rock mal tocado que dice “uh nena, aguante el rocanrol” que una cumbia correctamente producida y ejecutada que respeta los cánones de su género? ¿Debemos aceptar cualquier engendro por su sola condición de hecho artístico inmerso en la “cultura rock” sin ponernos a analizar su contenido y condenar a los herejes que osen alejarse del dogma rockero? Me parece una visión de las cosas bastante ridícula.

Sí es entendible (o al menos a mí me pasa) odiar lo que representa la cumbia, cuyo sistema de valores también deja mucho que desear. Yo la asocio con el menemismo más recalcitrante, con el DIY del punk pero puesto al servicio más abyecto del sistema, y con la apología ya no del delito o del consumo de drogas (temas también bastante recurrentes en el rock, por otra parte), sino de la ignorancia, la falta de objetivos y la renuncia a todo lo que no sea el placer más inmediato y fácil.

El problema justamente es que hoy por hoy uno enumera todo esto y no sabe si está hablando de la cumbia o del rock.

Deudor incobrable

En una época estaban de moda las publicidades apocalípticas de las AFJP. Y para continuar con la dinastía, ahora Fibertel se descuelga con este enigmático engendro. Que juegen a las adivinanzas con nuestros bolsillos me da un poco de miedo, la verdad.

Ah, happy aniversary.