N.E.L.M. (después de K)

Pensar en un cepillo de dientes y no en un partido político barrilete, eso es PRO.

Letra con sangre (que no entra)

Precaución. Inflamable. No pulverizar cerca de llama. Mantener fuera del alcance de los niños. No exponer a temperaturas mayores a 50ºC. No arrojar al incinerador o al fuego. No perforar.

(hablando en serio… antes de recibir una “lección de rocanrol” de esta gente, empiezo a escuchar canto gregoriano)

Indio hacer barullo

La cara de miedo de ese defensor lo dice todo: ya se encomendó al Supremo. Seguramente tuvo un segundo de más para pensar y la ficha le cayó, al fin: eso que tenía enfrente era una fuerza superior. De Villa Palito al mundo, señores, Daniel El Terrible Bazán Vera se hace acreedor en este humilde acto (?) al premio man of the year del submundo del fútbol de ascenso.

El Indio ya viene siendo extensamente homenajeado (1|2|3|4), pero este rejunte de mugre con forma de blog no se podía quedar afuera. En un fútbol donde la mierda abunda y además nos quieren convencer de que está rica, donde todo lo que parece malo es aun peor, en el único que sigo creyendo no matter what es en BV. Si hoy el negocio de la pelota es puro star-system, comparen a cualquier metrosexual de liga europea con este especimen 100% pampeano. Y ríndanse ante la evidencia.

15 goles en 18 partidos y una presencia aterradora dentro del área y fuera de ella hacen que hoy, con 32 años y todo, Bazán Vera sea la figurita de moda: lo quieren muchos clubes del ascenso y por lo menos tres de Primera. ¿Se imaginan, haciendo un fast forward de algunos meses, si la rompe en algún partido importante y empezamos a juntar firmas para que vaya al Mundial? Me lo imagino entrando en un segundo tiempo, ya en la fase de eliminación directa, mirando al cara de concha seca de Pekerman de coté, despectivamente, y acomodándose su vincha como los kamikazes japoneses antes de subir al avión en 1942.

Sé que es dificil, pero si llega a pasar yo desde acá, a casi 15.000 kilómetros, lo voy a homenajear a mi manera: largando todo a la mierda, tomándome un vaso de whisky bien despacito, revolviendo los hielos con el dedo y aplaudiéndolo a cuenta. Salud, Indio, ojalá te dure y me dure.