Si hay miseria que no se note (?)

Cuando la biografía en vida (?) de un quía arranca con “se lo conoce por enviarse a sí mismo por correo en una caja”, es claro que estamos ante la presencia de un grande de todos los tiempos. Es la historia de Charles McKinley, grone zarpado en lumpen cuyo momento intelectual cumbre fue cranear este atajo para evitar pagar un pasaje de avión desde New York hasta Dallas, y luego el consiguiente transporte de Dallas a DeSoto (Texas), donde vivían sus padres. Quienes entiendan algo de inglés, pueden consultar esta crónica de la época sobre el fallido periplo con visos de odisea.

Para los de habla hispana estamos nosotros (?), así que sigue la historia: “En el aeropuerto de Dallas/Fort Worth, una empresa de transportes de la zona de Grapevine, Texas, recibió la caja. Momentos antes de entregarla en la casa de sus padres, en DeSoto, Texas, McKinley se quitó la protección que lo cubría dentro de la caja, lo que provocó que el fletero Billy Ray Thomas descubriera su verdadero contenido. Según el informe policial, Thomas ‘notó un par de ojos entre las ranuras de la caja’. Pensó que era un cadáver, ‘hasta que alguien empezó a patear la caja y salió de ella’. Al salir McKinley le dio la mano al fletero y le agradeció. La respuesta de Thomas fue llamar a la policía” (alto gato este Thomas, vale agregar).

Así termina la historia de otro héroe urbano que estuvo a minutos, metros del crimen perfecto. Otra vez será, amigo McKinley. Desde acá te saludamos con el alma conmovida y la esperanza de que alguna vez PeA te toque la puerta para que cuentes tu versión (?).

[gracias Peluca por el link]

Y qué se podía esperar de alguien que escucha Radio 10 (?)

Rechazan acusación contra Calamaro

La denuncia de un taxista contra Andrés Calamaro, acusado por “festejar” el fallo de la Corte Suprema que despenalizó la tenencia de escasas cantidades de drogas para consumo personal, recibió el segundo rechazo de un fiscal, quien pidió la desestimación del cargo sobre el músico.

El fiscal Federico Delgado rechazó incriminar a Calamaro por presuntamente haber encendido un cigarrillo de marihuana durante un recital para celebrar el denominado “Fallo Arriola”, de la Corte Suprema. Para él, la conducta del cantante “no encuadra en una figura legal, ya que la Corte determinó “en condiciones puntuales, la atipicidad de la tenencia de drogas prohibidas en la esfera individual para consumo personal”.

Según Delgado, el supuesto consumo de un cigarrillo de marihuana por parte de Calamaro “no puede ser alcanzado por el poder punitivo del Estado” y descartó que sus expresiones ante el fallo puedan ser consideradas apología del crimen. “Se trata de una opinión más de las tantas que atravesaron aquella sentencia que, en este caso, conllevan un ‘plus’ generado por el capital simbólico de su autor”, sostuvo.

[fuente]

El gremio de los tacheros, alta manga de gatos en un 95 por ciento. El otro día me subí a uno manejado por un obeso mórbido que no emitía palabra, pero tenía a Baby Etchec*par a todo trapo. ¿Qué pasará por la cabeza de esta gentuza? ¿Serán la masa silenciosa que prohijó el ascenso del PRO en la ciudad automóvil (?) de Buenos Aires?

Encima ahora la bajada de bandera sale como cinco mangos. Este país se va a la mierda (?).

Extended play

Lo que pasa es que ahora, como se extendió mucho la vida, se extendió mucho la pelotudez. Hace unos años, una hija mía me llevó a ver al noviecito que tocaba la guitarra. “Decile que se mate”, le dije. “Que se compre un taxi”. “¡Ay papá, sólo tiene veinticinco años!”.

“¿Vos sabés qué edad tenía Spinetta”, le digo, “cuando se desarmó Almendra? Cuando se desarmó, Almendra, ¿vos sabés qué edad tenía?: veinte años. ¿Sabés qué edad tenía George Harrison cuando se desarmaron los Beatles? Veintiseis.”

– ¿Y vos, cuando se desarmó Aquelarre?
– Y, yo ya era un jovato: tenía veintisiete.

[Héctor Starc en El Cabildo del rock, Candelaria Kristof, Tomo Publishing, 2007]

Mucha gente habla, pero poca sabe

“Led Zeppelin live at the Royal Albert Hall. Peter Whitehead – UK – 1970 – 103′. El epítome del concierto rock, el epítome del filme musical. Solo rock e imagen, sin créditos, sin entrevistas: Led Zeppelin en estado puro, en directo en el Royal Albert Hall el 9 de enero de 1970. Solos de batería de 13 minutos y pura electricidad, visual y aural.”

Pero todo no podía ser tan perfecto, claro.

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Por si a alguno le quedaba alguna duda: el servicio al cliente, la sobreventa de ancho de banda, la buena onda con Impsat y la concha de Dios enlechado (?) es la mentira más grande de finales del siglo XX y principios del XXI. Gracias a los lectores que evitan que este sitio se extinga por el heads up sobre esta monumental orteada sufrida por Speedy.

Entren pronto que seguramente le queda poca vida.

Nota: en el título dice “Con los pibes no se jode”.

El rock militar

“Hay otro rock y otro pop que intentan ser experimentales, pero no son los que salen por la radio ni por la televisión. Hay mucha gente realmente creativa (…) que está desafiando el modelo de la multimedia que nos tara. Hoy en día se requiere de una actitud militante por parte del oyente, como era en los sesentas. La situación es muy parecida en algunos aspectos. En los sesentas había uno que era rockero en tu clase y se enteraba de que tocaba Almendra no sé donde y te contaba. Hoy en día es parecido para escuchar bandas under. O sea, hay muchas cosas sucediendo pero hay que tener una actitud militante para descubrirlas.”

[Alfredo Rosso en el suplemento Ni a Palos del 06.12.09]