Análisis no keynesiano de la crisis

El gobierno federal nos está brindando un incentivo de US$600,00 (la devolución por impuestos para fomentar el consumo).

Si gastamos ese dinero en WalMart, ese dinero irá para China.
Si lo gastamos en nafta, irá para los árabes.
Si compramos computadoras, irá para India.
Si compramos frutas y verduras, irá para México, Honduras o Guatemala.
Si compramos un buen auto, irá para Alemania.
Si compramos boludeces, irá para Taiwan y ningún centavo de este dinero ayudará a nuestra economía.

El único medio de mantener ese dinero en Norteamérica es gastarlo en putas y cerveza, considerando que son los únicos bienes que aún se producen aquí­.

Yo estoy haciendo mi parte.

[reflexiones del analista de inversiones empresarias suizo Marc Faber, quien en junio de 2008, cuando se estudiaba lanzar un proyecto de ayuda económica en USA, cerraba su newsletter Gloom Boom Doom con estas líneas]

Y después dicen que la falopa hace mal (?)

Afirman que el narcotráfico salvó a los bancos

En un mercado financiero en crisis, el narcotráfico sirvió para rescatar a algunos bancos del colapso al actuar como fuente de capital líquido. La reveladora afirmación pertenece ni más ni menos que al director de la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito, el italiano Antonio María Costa.

(…) El italiano sostiene que el dinero del narcotráfico se introduce en el circuito de la economía legal hasta tal punto que “hay indicios de que algunos bancos se salvaron de esa forma” del colapso provocado por la crisis financiera que sucumbió a todas las economías del mundo.

Aunque reconoce que es difícil demostrarlo y no menciona (…) instituciones, Costa denuncia que algunos préstamos interbancarios fueron financiados con dinero proveniente del tráfico de drogas y de otras actividades ilegales.

[fuente]

¡No menciona nombres de instituciones! Merquero, pero con códigos… cuánta integridad ocultan esas fosas nasales, por Dio’ (?). Queda demostrado: la papa no corrompe, dignifica.

La receta para salir de la crisis, parece, es más que accesible. Si se quieren evitar males mayores a la economía, la solución está a un llaverazo de distancia (?).

Uno (1)

Amigo formoseño, si quedó tan bien después de la operación de 2003, ¿a qué se debió la de 2006? ¿Lo extrañaba mucho al doc o la gamba se le iba para cualquier lado? Este endosador de termos (?) debe ser el único fan de Seveso sobre la faz de la tierra.

Sólo un Lumilagro radicalizado puede ser fan del Dr. Kevorkian de la traumatología deportiva (?), responsable de cargarse no a una, no a dos, no a tres, sino a cuatro rodillas de sendos delanteros del club de Ñuñez. Este afamado galeno (?) logró el milagro de provocar que un jugador de su club (que no terminó siendo fan suyo, precisamente) se opere con un médico de la contra.

Si este caso sirve como metonimia de River, queda claro que a veces, sólo a veces, cada uno recibe lo que merece.

Isratina, el hit del verano (?)

Gaddafi lisérgico: pidió a Obama una “oportunidad” para Bin Laden

El líder libio advirtió hoy que el jefe de la red Al Qaeda estaría dispuesto a “dialogar” y propuso como solución a Gaza la creación del estado de “Isratina”.

El líder libio Muammar Gaddafi (…) recomendó hoy al flamante presidente norteamericano, Barack Obama, que dé una oportunidad a Osama bin Laden para que cambie, afirmando que el hombre más buscado por Washington está buscando “dialogar”.

“El terrorismo es un enano, no un gigante. Osama bin Laden es una persona que podría recibir una oportunidad para cambiar”, dijo Gaddafi a través de un intérprete. (…) En un discurso en el que delineó su visión sobre cómo resolver el conflicto entre israelíes y palestinos, Gaddafi pidió la creación de un Estado, en lugar de dos países que vivan uno junto al otro. “Podríamos llamarlo Isratina”, declaró.

Si los judíos no aceptan una solución de un Estado, dijo que podrían trasladarse a Hawái, Alaska o a cualquier isla del Pacífico. “Ellos podrían vivir en paz en un entorno aislado”, afirmó.

Cuando hay oficio para titular, se nota: lisérgico es la única palabra posible para este desvarío vía satélite (?) del amigo Gaddafi, seguramente pasando un enero de pleno relax en la arena, de vacaciones de sus propias neuronas.

Algún asesor que lo rescate del escarnio internacional que lo asolará sin prisa ni pausa, o en su defecto… ¡vermu’ con papas fritas y good show!

[fuente]

Eran los de antes

“(Había una vez) una generación de periodistas que no pretendían hacerse ricos. (…) Nada sabían del marketing ni del gerenciamiento, no conocían de vista a los anunciantes y, a veces, caían en el pecado de la fantasía.

(…) No eran perfectos, no todo tiempo pasado fue mejor, (…) pero esos periodistas tenían la humildad de los que saben que no saben. Y ellos sabían mucho más que nosotros, pero no pretendían opinar de todo, como se hace hoy con irregular suerte. Aquellos muchachos de antes, que leían todo, tenían la opinión prohibida, por pudor y por prudencia.

Algunos muchachos de ahora, que saben perfecto inglés pero tienen problemas con el castellano básico. son ‘todólogos’ entusiastas, próceres mediáticos, salvadores de la patria, ricos y famosos, predicadores de cualquier cosa. Es decir, predicadores de la nada.”

[fuente]

El valor de la guerra

“En Israel hemos desarrollado la capacidad de vivir sin practicar los valores en los que creemos. (…) Cuando en Argentina dicen izquierda, están hablando de una izquierda socialista. En cambio, en Israel se refieren a quienes quieren la paz con los palestinos. Los israelíes están tan americanizados que su concepto de una izquierda como política económica casi no existe.

(…) La mayoría de la gente dice que quiere la paz, pero cuando preguntas por el costo que están dispuestos a pagar para que la paz se realice, es otra cosa. Cuando llegas al tema del derecho de los palestinos a volver a su tierra, de retirar todos los asentamientos en los territorios ocupados, te das cuenta de que la gente quería la paz por sus ventajas, pero sin hacer lo necesario para que la paz se alcance.”

Avi Mograbi, documentalista israelí, revista La otra nº 20, verano 2009