Metal era el de antes (?)

“01011001” es el código binario para la letra “Y”, es un planeta (…) y es el hogar de la raza alienígena “Forever”. Esta raza es milenaria, muy desarrollada científicamente, pero en el camino de ese desarrollo se volvieron dependientes de las máquinas y perdieron sus emociones. (…) En un intento por recuperar eso que perdieron, deciden enviar muestras de su ADN al espacio en un cometa.

[Arjen Lucassen de Ayreon explica su último disco en la Jedbangers de mayo]

Que vuelva Dio con sus letras de dragones y arcos iris, traigan a Mötley Crue con su lírica street wise de chicas rápidas en Sunset Strip, resuciten a Bon Scott para que nos cante algunas de sus odas a las gordas y las enfermedades venéreas… Pero por favor que alguien calle a este muchacho, es una deshonra para los de su especie (?).

¿Se le habrá caido una Muy Interesante arriba del pedal de distorsión? No se sabe qué es peor, si el plot de película clase B o el disco, que es un Valium pseudo-sinfónico porongoso. Acá el único cometa sos vos, Lucassen, barrilete del metal (?).

A Jah es otra cosa

Rastafaris con ventaja

Los fieles de la religión rastafari tienen desde ayer, en Italia, derecho a poseer grandes cantidades de marihuana para su uso personal, ya que su práctica religiosa prevé su uso para favorecer la oración y la meditación. La decisión provino de la Corte de Casación italiana, que falló a favor (…) de un condenado a una pena de un año y cuatro meses de cárcel y 4 mil euros de multa por ser considerado un traficante de droga. Los carabineros lo habían detenido con 100 gramos de marihuana. Él explicó que consumía 10 gramos diarios.

[fuente]

Decí que “si todo falla, sacá pasaporte comunitario y decí que sos rastafari” era muy largo como título, si no salía como piña…

El fin de las ideologías

Un grito de corazón

“Ser puto es una cuestión de clase”, aseguran Pablo Ayala y Pablo Lucero desde La Matanza. El año pasado, Ayala recorrió intensamente el conurbano porque fue candidato a intendente matancero para la lista que encabezaba Pino Solanas. No ganó, pero en noviembre, la Marcha del Orgullo GLTTB sumó una bandera más: la agrupación Putos Peronistas de La Matanza.

Frase fundadora de PP: “El puto es peronista y el gay es gorila”. (…) Y aclaran: “No somos un grupito gay porque la única minoría en este país es la oligarquía”. Ignoran si Néstor o Cristina están enterados de la existencia de PP, pero creen que, de estarlo, apoyarían la causa. Tampoco están seguros sobre lo que pensaría el General.

(…) Durante este mes, sin fecha cierta, PP realizará el Primer Congreso de Homosexuales Peronistas. El objetivo de mínima: encontrarse con compañeros (y también compañeras lesbianas, travestis o trans). El de máxima: ser reconocidos como una nueva rama interna del justicialismo.

Quién te dice que el General les hacía un lugar en la plaza, ojo… Puto y león hervíboro suena peligrosamente parecido (?).

[fuente, via Xc*s]

School of rock

“Otro que vino a Buenos Aires en los años noventa fue Joe Cocker. (…) De movida hay que contar que antes de salir a escena se clavó del pico medio troli de Absolut. Sin hielo, sin limón, sin nada. Medio litro de vodka se mandó.

Y resulta que un rato antes, yendo al show, el señor venía en la limusina y en eso pela un troncho de considerables dimensiones. Prende el charuto así, adelante de todo el mundo y se lo empieza a fumar sin que se le mueva un solo pelo y sin amagar a convidar tampoco. Pasa un rato, el tipo sigue fumando y nada, ni un gesto, una palabra, un guiño, nada.

Hasta que uno de los que estaban ahí le mandó: ‘Oiga… don Cocker. Disculpe que lo moleste, dígame… ¿Usted fuma solo? Porque somos varios en el auto, ¿vio?’.

Tras una pausa, una pitada de las lindas y unos segundos de mirar por la ventana, respondió: ‘Con el tiempo, aprendí a conseguirme mis propias drogas, gracias”. Y no se habló más en todo el viaje. Se lo fumó entero.”

Juampi Gauthier en La Mano de este mes

La breve prosa rockera de la mini-sección trash “Recuerdos del rock” está entre lo mejor de una revista que viene cada vez más chirle, más devaluada, con menos onda.

Me hace acordar a cierto blog (?).

Mañana es más caro

Spinetta editó su último disco al módico precio de… ¡45 pesitos! Me acuerdo de otro disco que cargó con ese precio y armó un pequeño revuelo, aunque ya pasaron dos años y las comparaciones no vienen al caso.

¿Será la inflación, el arte de tapa irregular alla Artaud o la voracidad de Universal? Como sea, esperemos que el Flaco no haya firmado contrato por 600 estampitas. Y que a nadie se le vaya a ocurrir quejarse cuando aparezca pirateado por doquier.