En la perra espera

Mientras aguardamos pacientemente la inminente salida de El Perro Cristiano, no hay mejor paliativo que algunas frases de archivo del homanajeado en cuestión. A leer, digerir y acostumbrar el garguero para lo que se viene…

– “El ser humano no cambia. Es mentira todo lo que sale en las revistas de que te pueden cambiar. El que fue idiota de chico va a ser idiota de grande y el que fue puto de chico va a ser puto de grande, y lo mismo el que fue chorro o vigilante. El que no se jugó de chico no se va a jugar de grande. Porque las cosas pueden pasar una vez y nunca más, pero si pasan dos veces seguro va a haber una tercera”
(hasta eso de “si pasan dos veces seguro va a haber una tercera” venía bien, ¿no?)

– “Aunque no entendía un carajo lo que cantaba Ozzy Osbourne, me daba cuenta de que una banda que tenía esa música no podía cantar boludeces como las que escuchaba acá de Los Pasteles Verdes” (Página/12, 1998)
(aquí vemos un claro caso de la historia repetida como tragedia… de chico escuchaba a Ozzy y no lo entendía, de grande terminó tocando con O’Connor (?))

– “Los heavies que hay hoy, que se hicieron ayer, mañana no van a estar. Conozco a un montón que los encuentro y me dicen ‘¡No, yo me casé, loco, trabajo de esto!’, ‘¡No, sabés que no escuché más nada!’, ‘¡No, no fui más a un recital!’, ‘la campera se la regalé a mi hermanito’. Esto se debe a que piensan con el estómago” (Metalica, 1996)

– “No me importa en absoluto la gente, nunca hice una canción pensando en la gente, si no haría Commanche” (Metalica, 1996)

Receta ancestral

Para quienes se preguntan por qué el Mantecol es tan adictivo y te deja con los sentidos atentos… ¡sirva otra vuelta, palero! (?)

Cortedad

“En una sociedad democrática, cuando al hombre se le reduce el vocabulario se lo estrecha mentalmente, se lo somete intelectualmente y pierde la posibilidad de matices de pensamiento crítico.

Por eso George Orwell en 1984, como buen socialista inglés, inventa la neolingua como una crítica al mal socialismo de Stalin. En el apéndice de la neolingua dice que el sistema va reduciendo cada vez más las palabras para que el hombre sea cautivo y no tenga libertad de pensamiento. Un régimen totalitario termina por dominar al hombre mediante la escasez del lenguaje, logrando entre nosotros involuntariamente, porque nadie se lo propone, una reducción del lenguaje.

(…) La televisión y la radio, a diferencia del diario, admiten los analfabetos de modo que influye en la totalidad de la población. En un modelo de pobreza lingüística (se) va tomando eso y se va autojustificando. Un joven hace unos diez años hablaba con unas 800 palabras y ahora habla con menos de la mitad. (…) Los que son adolescentes ahora están en 200 palabras.”

[de una entrevista a Pedro Luis Barcia, presidente de la AAL]

Lotería autobiográfica

La Solidaria, un poroto (?)