Tres años

No sé en quién habrá estado pensando el Cabra cuando escribió esta canción, pero en esta fecha tan significativa yo se la quiero dedicar a Patric*o S*ntos Fontan*t.

A horas de un 2008 en el que se realizará el postergado juicio oral por Cromañón (dicen que comenzará en abril, veremos), aprovecho y alzo mi copa para que todos los responsables -no sólo algunos- consigan su larga y merecida estadía en la cárcel.

El ególatra

Dónde está tu cerebro, maldito mediocre ególatra
No te das cuenta acaso el daño que esto provoca
Se te cae el techo en la cabeza
Y aún así no reaccionás
Se te tapan los pulmones con el humo de tu boca.

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Labour of love

“Cuando yo delinquía era un enamorado de lo que hacía. Era un romántico del delito. (…) Me gustaba afanar, hacer las cosas bien y sin lastimar a nadie. Y me preocupaba por hacerlo bien. Aunque tan bien no lo hice porque fui en cana.

(…) Soy muy creyente pero yo con el diablo no pacté, no hice arreglos. Yo no maté, no violé. Jesús fue crucificado al lado de un bandido. Y a él lo perdonó, le prometió un lugar al lado suyo. Yo no sé si me va a perdonar o no (…). Adonde me toque ir iré, sea en el purgatorio o en el infierno”

[declaraciones de La Garza Sosa en Revista XXIII, 04.10.2007]

Así da gusto, che… Si me van a chorear, al menos que sea alguien con la vocación y el chamuyo de este muchacho (?)

Feliz NaviPunk

“Lo que fue realmente profundo del punk fue la posibilidad de que hubiese sido un movimiento que no estaba a la venta. En cierto modo, hoy, en que todo y todos estamos en venta, esa idea es muy poderosa, sólo el concepto.

Luego, claro, se convirtió en la mejor forma de colocar cualquier cosa para el mundo corporativo. ¿No es la mejor de las herramientas para uno de estos ejecutivos de marketing un movimiento que en teoría no está en venta, pero que vende de un modo fabuloso?

El punk (…) fue un magnífico fracaso, sí señor. Brillante, emocionante, pero un condenado fracaso. El hecho de ser formidable fue lo que lo salvó. Si hubiese sido un fracaso a secas, nadie se acordaría”.

[de una nota a Malcolm McLaren en Página/12]

Adiós maestro

Resucitados por un ratito

“(Que las megabandas vuelvan a juntarse) Es un tema que no me merece análisis. (…) No me gusta el rock de estadio. ¿Qué mueve a la gente? Pienso que cuando tenés un trabajo formal y una vida estructurada, tuviste hijos y les transmitiste experiencias de tu juventud, adentro tuyo debe haber algo atractivo de volver a vivir.

Es un volver a vivir para la gente que piensa que en esa época vivía de verdad. Hay un mercado para eso. Muchos de los que van a ver esos shows, de verdad no las oían en el momento en que estaban, pero van a revivir un aura de energía de cuando se sentían vivos.

Viejos nacen todo el tiempo. Y si no nacen, los hacen”.

Daniel Melero en revista La Otra nº 17, verano 2008

Melero es otro que -en mi humilde opinión- suele destacarse más declarando que haciendo música. El ex-amigo de los Soda dice más cosas en este sentido en una interesante nota, a su vez incluida en un informe titulado “¿El rock fue?“. Si pueden conseguir la revista, como siempre es más que recomendable.

El granero del mundo

“Los aborígenes son los verdaderos dueños de las tierras -que nunca les fueron compradas, ni alquiladas, ni reconocidas- en las que se está produciendo la soja para fogonear el ‘brillante’ aumento de las exportaciones argentinas. El monocultivo de soja transgénica que está barriendo con los montes del norte argentino (…) es la niña bonita de la exportación agrícola, manejada por unos pocos fondos de inversión, muchas veces de capitales extranjeros y accionistas desconocidos.

Para decirlo más claro: el país está festejando el superávit fiscal basado en las retenciones a los productores de soja que producen sobre una tierra cuyos legítimos dueños mueren como moscas de hambre y enfermedades evitables”.

[de una nota de Pipo Lernoud en La Mano de este mes]