Envión

Yo por ahora no me voy a tomar vacaciones, aunque el blog quizás sí tenga unos días de receso a ver si me decido de una vez por todas a toquetear un poquito el template.

Así que a empezar el año como dice el amigo de la foto y a no escatimarle al empine de codo, que si las felicidades no vienen solas hay que ayudarlas. Salute.

Cromañón y antes

Si el caballito de batalla de estos dos años fue no olvidar, no viene mal repasar dichos y posturas previas al desastre como para que no queden dudas sobre dónde debe recaer la atención tan metódicamente desviada.

Después de Cromañón, acá siempre hablamos de ellos. De quienes meaban agua bendita y reclamaban pruebas de coherencia a propios y -sobre todo- ajenos por los medios mientras había doscientos cadáveres todavía calientes. Pero esta vez lo interesante es ver qué decían ellos cuando todo esto era (y sólo para unos pocos) un escenario lejano y poco probable.

Si no nos negamos a entender lo que líneas abajo aparece clarito, con nombre y apellido, no hace falta complicarse demasiado para asignar culpas y responsabilidades en lo que pasó: ellos solitos se encargan de echarse tierra. Eso de que nadie resiste un archivo es tan cierto que puede llegar a ser trágico, como en este caso.

Por último, también rescaté otra pequeña y espeluznante muestra gratis de algunos usos y costumbres (ritos creo que es mucha palabra para este caso) que las bandas y el público del palo sostenían como alegre y estúpida bandera dos años ha, como para desmitificar eso de que “le podría haber pasado a cualquiera”. Es reiterativo y debería ser innecesario a esta altura, pero lamentablemente sigue haciendo falta.

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“Uno sabe dónde se mete”

En las 56.000 fojas de la causa Cromañón hay dos nombres que se repiten cientos de veces: Gastón y Cristian. Se trata de dos primos que comparten el apellido y son los principales sospechosos de haber arrojado, hace dos años, las bengalas que desencadenaron la tragedia.

(…) Ambos viven a pocas cuadras de distancia en un barrio del noroeste del conurbano. Fueron seguidos, fotografiados y filmados. A Gastón, incluso, se le acercaron policías encubiertos —se usó como anzuelo a una atractiva cabo de la Policía Federal— para sacarle charla y conseguir su número de celular y, así, poder intervenirlo.

(…) Pero los policías a los que se les encargó la tarea hasta ahora consiguieron poco y nada de información para incriminarlo. Sus informes, escuetos, se refieren habitualmente a “hostilidad de los vecinos” y a la “peligrosidad del lugar” en el que vive para justificar la ausencia de pruebas.

Cuando ya se lo consideraba sospechoso, Gastón fue citado a prestar declaración testimonial. Dijo que a diferencia de sus amigos que resultaron lesionados, él no se consideraba damnificado: “Uno sabe donde se mete”, argumentó. El muchacho reconoció, además, que solía ir a recitales con pirotecnia —”cohetes, petardos, triangulitos, rompe portones, bombas de estruendo”— pero no con bengalas.

Sin embargo, lo más sugestivo de su declaración fue una frase dicha casi al pasar: “No tuve problemas para salir porque nadie se había dado cuenta todavía de lo que estaba pasando”.

[fuente]

Resulta por lo menos curioso que esta pista de la investigación se reactive justo a un día de cumplirse dos años del 30.12.2004, ¿no?. Bah, casualidad no creo que sea. Más bien huele a acomodaticio e hijo de puta, casi tanto como el inverosímil discurso de José Iglesias ayer por TN, más preocupado por el supuesto resurgimiento de la imagen de Ibarra que por la marcha de la causa.

Ojalá haya algo de verdad en todo esto. Personalmente, si la onda es un plan mucho ruido y pocas nueces prefiero aquella mítica entrevista a EQPLB. Por lo menos servía para reírse un rato.

Informe exclusivo (?): free file hosting

[si te gusta la aventura, ponéle unas fichitas a los rusos (?)]

Habrán observado acá a la izquierda los sitios para el deleite musical (?) que patrocino y recomiendo, agrupados bajo DDL blogs. DDL significa Direct Download Links y, por la famosa ley de las compensaciones (?), todo lo que se baja por descarga directa tiene que haber sido subido antes a un servidor que permita downloads HTTP (es decir, sin que medie algún software tipo eMule o BitTorrent con sus correspondientes protocolos).

Y para subir cosas, a menos que uno tenga alojamiento web propio y quiera inmolarse cagándose en todas las leyes contra la propiedad intelectual locales y foráneas, lo mejor es tercerizar el asunto en un servicio de hosting de archivos gratuito. ¿Pero en cuál? La idea de este post mut@ntes old-school (?) es justamente comparar las alternativas disponibles para que cada uno vea cúal le conviene más.

Van saliendo por orden alfabético:

BaDonGo
Soporta archivos de hasta 1 Gb y es uno de los servicios más populares actualmente. Además de la opción para ingresar una descripción del upload, se puede indicar si es apto para menores o no. Hay una espera de 45 segundos al acceder a la página de descarga y se debe sortear un captcha de cuatro caracteres antes de empezar a bajar.

BigUpload
Página buena onda (?) que antes que nada nos recomienda que usemos FireFox para subir o bajar archivos. Recién después nos enteramos de que soporta archivos de hasta 500 Mb con una tolerancia de 30 días en caso de inactividad. Para bajar, apenas hay que superar un captcha de tres caracteres y/o (esta parte no la entendí bien todavía, a veces me toca y otras no (?)) 30 segundos de espera.

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De cabecera

Entre las frases más escuchadas y usadas este año, hay una que se lleva las palmas, por afano: “¿Ese disco? Ah seee… creo que lo bajé, pero no lo escuché“.

Y bueno, todo no se puede. Igual lo seguiremos intentando.

Símil villancico

Se vino con todo el youtubeo navideño. Primero fue LR! la que fue cediendo ante los cantos de sirena multimedia y ahora caímos nosotros también en la volteada. Dentro de todo, creo que nadie mejor que el Richar’ para inaugurar los contenidos .FLV en mut@ntes.

Este simpático engendro se titula “Iorio dance (tragaleche remix)“, así que a subir el volumen (no mucho porque no es apto para personas impresionables) y disfrutarlo. Se puede bajar pero se tendrán que dar cuenta solitos de cómo es la onda. Una pista: usen FireFox.

[fuente, via]