Fecha patria

No faltará mucho para que algún sidieguista trasnochado o algún político que tenga que cumplir un cupo de proyectos de declaración salga con algo de eso. Espero no estar dándole ideas a nadie, pero algo hay que postear y para autocensura me compro un diario con mucha pauta oficialista (?)

El Dié no se droga más (parece), pero sigue con todo: volvió de Cuba, sigue a los besos y prensero pro bono con Fidel aunque… fue al programa de Majul y anunció: “no voté, pero lo hubiera hecho por Mauricio” (?). Ah, y pasado mañana (dijo que) encabeza la marcha contra Bush. Marche un Excalibur, Dié, tu celular en algún momento debe estar ardiendo o te compraste el de Yabrán (?). Groso sos, pero con estas cosas estás hipotecando tu pedacito de cielo. Y al pedo.

Compatriotas

Chochó nos brinda un buen aliciente para sacar a la selección nacional de su pendiente de espanto. A ver si por un rato aflojan con la cuenta bancaria y se motivan con esto. Tanto tiempo en Europa y otros destinos permeables a la exportación masiva de chorros con botines les ha hecho perder de vista todo el poder de la carne argenta.

Y el siete… sí, el siete está del otro lado, pero esa foto no se publicó. En todo caso ganen un partido y después lo conversamos.

Bailen, p***s

“Puto” es un insulto que se está quedando afuera de los tiempos, habría que conseguirse uno mejor.

Estuvo lindo mientras duró, lo usamos a discreción y algo más, pero ya fue. La(s) alternativa(s) tendrían que ser tirando a PC aunque sin zarparse en amistosas; “empujamierdas”, por ejemplo, no vale.

Vida espinosa

La biografía del occiso Mr. Flema ya va por su segunda edición. Dos ediciones humildes, seguro, pero hacer bis con algo tan border no es poco. Ricky bien vale un libro, aunque en realidad el libro no valga gran cosa (igual se deja, así que gatillen sin miedo). Más allá de la estilística -que de última puede tolerarse como una buena sobredosis de punk– serán muy barriletes los que gustaban de Flema, aunque sea desde un lugar de extrañamiento, y no sienten por lo menos curiosidad por este libro entrador, de fácil lectura, anecdotero (?) y accesible hasta para el bolsillo más curtido. Cuesta conseguirlo, eso sí. Pero para el que esté armando la rockoteca, es artículo de primera necesidad.

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Domingo, sí

Una ricardesca a tener en cuenta pasado mañana, antes de adentrarse en la oscuridad del cuarto. Las involuntarias enseñanzas del amigo vienen bien hasta en las circunstancias más inesperadas…

Politiqueando un doctor de la ley
ganó lugar con sólo prometer,
carnes asadas convidó al pueblo
quien dio su voto creyendo.

Que poseía sensibilidad social,
que cumpliría sin aflojar
con sus discursos pre-electorales,
con los que tejió su fraude.

Olvídalo y volverá por más,
mostrándose confiable en los carteles.
Con prometer a muchos fascinará,
y con su nombre pintarán paredes.

La muerte es ocultar la verdad,
el vacío es dejarse mentir.

Hermética, Olvídalo y volverá por más, Víctimas del vaciamiento (1994).

Siempre fuimos compañeros

Las veinte verdades. Primero el movimiento, luego los hombres. Luche y vuelve. Cinco por uno, no va a quedar ninguno. Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista. La más maravillosa música. El GOU. El partido laborista. El bombardeo a Plaza de Mayo. El levantamiento del General Valle. El tirano prófugo. Augusto Vandor. El Brujo López Rega. Isabelita. Evita, la abanderada de los humildes. La razón de mi vida. Alpargatas sí, libros no. La Triple A. Montoneros, la Orga. Pasar a la clandestinidad. Esa juventud maravillosa. Estúpidos, imberbes y mercenarios. Las patas en la fuente. Puerta de Hierro. Gaspar Campos. Ezeiza. Los planes quinquenales. Los torneos Evita. Las 62 organizaciones. La primavera peronista. El Tío Cámpora. Lastiri. Lorenzo Miguel. José Rucci. Agustín Tosco. Los grasitas, los descamisados, los cabecitas negras, el aluvión zoológico…

La catarata de slogans (que no son meros significantes, a no confundirse) intenta condensar el elusivo espíritu del peronismo, y seguramente fracasa. Con el casco puesto y todo, la mollera arde cuando intentamos comprender por qué aún hoy estamos librados a los designios de esta jauría de “herederos de”, que con la excusa de seguir los mandatos divinos del mudo poster de Perón y Eva van casi siempre para donde sopla el viento, despistando a propios y extraños.

¿Conclusión? Hoy, Argentina 2005, nos guste o no… todos somos peronistas. A comerla hasta que demostremos lo contrario.