Los mundiales que no miramos (?)

El Mundial no terminó (aunque para algunos parece que sí) pero igual es un buen momento para empezar a verlo desde otro ángulo. Todos conocemos o recordamos las circunstancias de los mundiales más recientes, sobre todo de los que pudimos ver por TV o nos contaron de primera mano. Pero con los torneos jugados antes del advenimiento de la Interne’ (?) es otro el cantar. Hablo de circunstancias y no de resultados porque de eso se trata: ¿qué cosas tuvieron que pasar en la historia de los mundiales para que los diferentes campeones llegaran a coronarse como tales? ¿Por qué hubo equipos favoritos prematuramente eliminados? ¿Cuál fue la forma de disputa de los distintos torneos?

Aclaro que esta serie de posts que inauguro aquí tiene como fuente principal un artículo en tres partes (1|2|3) del muy recomendable sitio Planet World Cup, cuya única contra es que está en inglés. Queda feo decir que es casi casi una traducción palabra por palabra, así que vamos a llamarlo una adaptación combativa (?) para la ocasión.

Uruguay 1930

Uruguay era el último campeón olímpico de la disciplina (Colombes 1924 y Amsterdam 1928) y por eso fue invitado a organizar el primer Campeonato Mundial. El problema lo tuvieron los equipos europeos, ya que con un anfitrión sudamericano no hubo muchos que pudieran costearse semejante viaje (era la época de la crisis del ’30). Apenas Bélgica, Francia, Rumania y Yugoslavia pudieron participar, y se subieron todos al mismo barco, ése que camino a Uruguay también recogió al plantel de Brasil. Para este torneo no hubo eliminatorias y todos los países asistentes lo hicieron por invitación. Entre los ausentes se encontraban algunas de las potencias europeas de la época, como Italia, Alemania, Holanda, Inglaterra y España.

Las deserciones hicieron que en total los participantes fueran 13 y no 16 como originalmente se había pensado, lo que generó un lindo matete (?) a la hora de organizar el torneo. En un principio la idea era hacer todo por eliminación directa y que los rivales del primer partido (algo así como octavos de final) y las respectivas llaves se decidieran por sorteo. Pero finalmente se debieron armar tres grupos de 3 equipos y uno de 4 en los que sólo el ganador clasificaría a la siguiente fase, en este caso la semifinal.

En esa época, la principal amenaza para Uruguay era el equipo argentino, clásico rival de innumerables copas intercharco (?) como la Newton, Confraternidad, de Honor, etc. y derrotado no sin esfuerzo por los charrúas en la final olímpica de 1928: hubo que jugar un segundo partido, ya que el primero terminó empatado en uno. Por ese motivo seguramente a Argentina le tocó, mágicamente, encabezar el grupo de 4, que integró junto a México, Chile y Francia. Otro detalle copado (?) es que, de los 15 árbitros, cuatro eran europeos -un francés, un rumano y dos belgas- y once americanos. De esos once, seis eran uruguayos (no, no es un chiste).

De todas maneras, Argentina no tuvo mayores inconvenientes para pasar su zona. Le ganó 1-0 a Francia, 6-3 a México y 3-1 a Chile de la mano de Stábile, que había arrancado como suplente y terminó siendo máximo goleador y figura del torneo. Uruguay también lideró su zona sin transpirar, pero con un partido menos sobre el lomo. Fue 1-0 a Perú, 4-0 a Rumania y a otra cosa. Obviamente, la llave uruguaya no era la misma que la argentina, y los dos equipos se encontraron recién en la final, a la que ambos llegaron después de sendos 6-1 (de Argentina a Estados Unidos y de Uruguay a Yugoslavia) en los partidos de semifinal.

La historia de la final es bastante conocida: Varallo jugó en inferioridad física desde los 30 minutos y Monti (capitán argentino en este torneo que luego fue campeón con Italia en 1934) había recibido un anónimo amenazándolo de muerte que habría condicionado su rendimiento. Pese a eso, Argentina empezó remontando una desventaja inicial y se puso 2-1 al finalizar el primer tiempo. Pero para el segundo los uruguayos cambiaron la pelota (?) e hicieron 3 goles, el último de ellos a un minuto del final para sellar el 4-2.

[fuentes: A history of crazy formats: Part I, elfutbolmundial.com.ar, Fútbol, historia y estadísticas nº 58, 9 de junio de 2006]