Juan, el amigo de Rolando

La fama (?) trae aparejada una exposición a cientos de mails barriletes. Spam, promociones, eventos, amiguismos, rosqueos… todo entra en la órbita de prenseros y RRPP que, valiéndose apenas de una tupida agenda de contactos y un mass mailer, te pueden armar desde un cumpleaños hasta un golpe de estado con escasas 48 horas de preaviso.

Algunas veces estos mensajes de correo electrónico superan la barrera del asombro, hecho ya de por sí destacable a esta altura de la era de las comunicaciones. Pasó con la invitación a FortBeach, que sabiamente (?) declinamos, y pasa con este muchacho que ya mismo paso a presentarles, que se hace conocer como “Maestro Juan Flores”. ¿Se acuerdan de “El viaje de Rolando“? Bueno, éste no tiene un programa de TV pero te la vende por mail. Queda dicho entonces: el “maestro” masteriza (?) un Centro de Medicina Tradicional Amazónica (sic) de nombre Mayantuyacu, que como actividad principal ante la AFIP (?) declara llevar adelante la famosa y nunca bien ponderada ceremonia de la ayahuasca.

Veamos qué nos recomienda el amigo John Flowers para la previa: “Realizar, durante tres dias a la realización del taller (ahora le dicen taller, mirá vos (?)), una dieta lo más sana posible, consumiendo preferentemente vegetales y la menor cantidad de carne posible. Tres días antes eliminar la ingesta de cerdo, picantes, alcohol. Día de la ceremonia comer liviano. En lo posible abstenerse de mantener relaciones sexuales las 48 horas anteriores”. Sigue la gacetilla: “no es aconsejable para personas que sufran de ataques de pánico o fobias incapacitantes, patologías cardíacas crónicas, hipertensos de carácter severo crónico medicados, personas que hubiesen tenido cuadros psicóticos o aquellos que padezcan de trastornos epilépticos”. Menos mal que no estaba con tiempo para agregar todas las contraindicaciones, si no se la iba a terminar tomando él solo (?).

Para el final reservan el punchline marketinero-hippie que todos estábamos esperando: “Las plantas que por poseer en su composición substancias denominadas desde hace unas décadas como enteógenos (que permiten la experiencia o vivencia de lo Divino dentro nuestro), son denominadas por los pueblos originarios Americanos como ‘maestras’ por su innata capacidad de enseñar, develar, mostrar aquello que suele estar escondido u oculto a nosotros. El trabajo que realizamos con ellas tiene un marco ceremonial (?) que nos abre la puerta a una experiencia profundamente transformadora”.

Podemos hacer todo lo que nos recomienda el benemérito Swami Yogarcanda (?), o bien clavarnos una parrillada con tinto de la casa, llevar el reproductor cargado con diez versiones diferentes de “Deja de robar” por La H & friends e ir de infiltrados para ajusticiarlo. El final está abierto. Mejor dicho: escondido u oculto a nosotros (?).