Rock del espacio interior

Luego de su primera presentación de 2008 en el Parque Lezama, gratuita y muy PRO ella, Los Natas inauguraron su nuevo ciclo Motoclub en Niceto. Igual que los Viernes Verde de años anteriores, la idea es -supongo- instalar un concepto que actúe de disparador y asocie a la banda con otros happenings que se extiendan más allá de la mera presentación en vivo.

Antes de degustar el plato principal, y simultáneamente a la proyección del tramo final de Mad Max, los/as uruguayos/as de Guachass (tres niñas y un varoncito) amenizaron la velada. Su propuesta guarda cierta relación con la de Natas: el riff es amo y señor, el trío instrumental guitarra/bajo/batería tiene a la distorsión como ethos y el representante del sexo masculino tras los parches ostenta un lugar central en el sonido de la banda. También tienen mayoría de letras en inglés, un vicio que los Natas padecieron en sus primeras épocas y del que supieron evolucionar. Puntualizadas las diferencias, también debemos decir que Guachass se inclina más por los ritmos rápidos y las estructuras rockeras clásicas del tipo estrofa/estribillo/solo de guitarra, su ruta.

Las tres chicas exhibieron una actitud impresionante, aunque paradójicamente bastante poco dominio del escenario (sobre todo la cantante, algo averiada en sus cuerdas vocales según nos hizo saber oportunamente). Su set de poco más de media hora fue in crescendo y obtuvo una buena respuesta de parte del público de Natas, que ya había llenado Niceto (las restricciones post-Cromañón se están relajando cada vez más) casi una hora antes del inicio del acto principal.

Un ratito antes de las once salieron Los Natas a escena. Luego de la presentación en sociedad el ciclo MotoClub, a cargo de Sergio Ch., arrancó un show que fue de lo mejor que mostraron en mucho tiempo. La novedad con respecto a las presentaciones más recientes fue que en este caso se basaron en lo más sólido de un repertorio que últimamente se hacía desear en vivo (en su mayoría temas anteriores a 2002 que habían ido perdiendo terreno en los últimos años).

La mezcla de temas viejos y nuevos funcionó a la perfección, igual que el sonido de Niceto, como siempre de volumen y claridad pristinos. Las invocaciones a la santa hierba no se hicieron rogar, y pronto el lugar se impregnó del ambiente ideal para este tipo de celebraciones rituales. Entre el público se atisbaban varios headbangers, pero la mayoría parecía presa de procesiones que iban por dentro.

Los Natas son una banda que ya ha alcanzado su madurez, sobre todo en vivo, y ante eso poco hay para agregar. Las escasas o inexistentes imperfecciones se corrigen apenas con una mirada, los temas se encadenan como si todo el show fuera un mismo y omnipresente mantra, y los 80 minutos de música en vivo se convierten en un disfrute y una escuela de space rock. Rock para viajar, rock del espacio interior. En las sabias palabras de Wikipedia:

“Kayros es el tiempo en potencia, tiempo atemporal o eterno, y el tiempo es la duración de un movimiento, una creación. En nuestra estructura temporal tenemos una sola palabra para significar el ‘tiempo’. Los griegos tenían dos: chronos y kayros. Chronos es el tiempo del reloj, el tiempo que se mide. Kayros, ‘el momento justo’, no es el tiempo cuantitativo sino el tiempo cualitativo de la ocasión, la experiencia del momento oportuno”.

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Lista de temas: Soma – Amanecer blanco – Humo negro del Vaticano – El nuevo orden de la libertad – Contemplando la niebla – Collar del perro – Barridos por el viento – Tufi Meme – Rutation – Corsario negro – Patas de elefante – Hey Jimmy – [tema nuevo] – De las cenizas, el hombre… – Meteoro 2028