LMQNM II: Italia 1934

El segundo Mundial tuvo prolegómenos bastante particulares. En primer lugar, Uruguay eligió no defender su título como devolución de gentilezas a la abstención italiana de cuatro años antes. En segundo, Italia tuvo que participar en las eliminatorias sui generis que se armaron para la ocasión: de 32 equipos tenía que quedar la mitad para que el formato originalmente pensado para el mundial anterior -16 equipos enfrentados en partidos de eliminación directa- pudiera ser finalmente aplicado. Si hacía cuatro años sólo cuatro equipos europeos habían participado, esta vez la ecuación se invirtió: los equipos eran todos europeos salvo Argentina, Brasil, Estados Unidos y Egipto.

Lástima que los equipos no europeos viajaron mucho para jugar poco: todos ellos quedaron eliminados en el primer partido. Argentina llevó un equipo integrado por jugadores amateurs y casi sin roce internacional. Era la época de transición entre el “amateurismo marrón” y el profesionalismo, y así fue que los responsables de dirigir el fútbol argentino empezaron a escribir una historia de desaciertos en los mundiales que se extendería hasta 1974. La derrota 2-3 ante Suecia en octavos marcó el principio y el fin de la participación mundialista de Argentina, que terminó en el noveno puesto. Por su parte, los locales le propinaron un simpático 7-1 a los estadounidenses, España derrotó 3-1 a Brasil y los debutantes egipcios cayeron 2-4 ante Hungría.

Italia, bajo el régimen de Mussolini, no ahorró esfuerzos para llevarse el campeonato y lograr la mejor utilización política posible del torneo de la mano de la relación fascismo/deporte. Además de incorporar a su equipo nacional a los argentinos Demaría, Guaita, Orsi y Monti, también se agenció los servicios del brasileño Amphiloquio Marques Filo, rebautizado Anfilogino Guarisi para la ocasión. Todos ellos debían saludar al Duce con el brazo extendido antes y después de los partidos.

El caso Monti merece un párrafo aparte: prácticamente expulsado de Argentina tras el episodio de la final ante Uruguay en 1930 acusado de “ir para atrás”, finalmente parece que no fueron los uruguayos los autores de la hipotética sentencia de muerte que pendía sobre su cabeza. Monti, que en Argentina hizo su carrera en San Lorenzo, emigraría a la Juventus en 1932 luego de estar parado dos años por el escándalo; allí comenzaron a tejerse otras conjeturas respecto a lo que verdaderamente había ocurrido durante el Mundial anterior. La más conspirativa de las teorías indica que fue la mafia italiana, a las órdenes de Benito Mussolini, la responsable de quebrar a Monti en Uruguay para que cuatro años más tarde acepte defender la camiseta italiana.

Para cerrar, y volviendo a lo futbolístico, hay que decir que en la final se enfrentaron Italia y Checoslovaquia, y los azzurri pudieron revertir el gol recibido a falta de apenas 20 minutos para imponerse, ya en el alargue, por 2-1. Como en el resto del torneo, en este partido hubo decisivas intervenciones de los argentinos: Orsi convirtió el empate a sólo 10 minutos del final de los 90 y luego Guaita asistió al centrodelantero italiano que marcó el gol del campeonato. Como detalle de color, en este Mundial se incorporó el partido por el tercer puesto, en el que Alemania se impuso por 3-2 ante Austria. El equipo austríaco era uno de los favoritos en la previa pero terminó perdiendo el partido que nadie quiere jugar tras ser derrotado -con esfuerzo y no sin malas artes- por Italia en la semifinal.

[fuentes: A history of crazy formats: Part I, elfutbolmundial.com.ar, todoslosmundiales.com.ar (gracias Pipi por el dato sobre esta página)]